Más adelante recuerdo, que en invierno, mi padre y yo, desollamos a una y curtimos la piel con sal y una piedra. La piel no duro mucho por casa. Recuerdo también cuando unos cuantos cachorros se refugiron en una tubería, y mi padre y yo nos escondíamos para verlas salir y entrar. Yo debería tener 10 ó 11 años (1984-85).
Luego tengo muchos recuerdos de las zorras cruzando la carretera que va a Mazarrón, eran años de poco conejo, y esas zorras transportaban gallinas blancas, posiblemente desechadas de las granjas del valle.
Más adelante, recuerdo el día que el guardia de la finca pillo una zorra en un cepo, y nos dijo que se la echaría a los perros, para que acabaran con ella y así entrenarlos.
No se cómo demonios, pero el pequeño vandido que era yo fue cambiando con el tiempo (o no), de hecho, el día que vi la última zorra pillada en el cepo, intentando soltarse, y sin ninguna posibilidad, no fue de mis mejores días. De esto puede hacer hoy día 20 años.
Más adelante, ya no recuerdo nada de zorras, vino el silencio.
Cuando volvimos de Estados Unidos, en el 2011, recuerdo que empezé a escuchar su graznido por las noches (siempre llaman a Juan!!), mi padre también me dijo que en alguna ocasión se la había cruzado.
Hoy en día, son comunes, y es como debe de ser. Hay conejo, hay zorras. Ellas son sus enemigos naturales, y quienes deben controlarlos. Observándolas tranquilamente a través del monitor en casa, de alguna de las capturas de la cámara trampa, sólo puedo confirmar mi hipótesis inicial "si la observo bien, es terriblemente bella".
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| Zorro o zorra rambla arriba. Sierra de Carrascoy. |
